Friday, August 11, 2006

 
Existen pasiones que nos erizan la piel con el solo hecho de rozar el pensamiento. Yo sinceramente no la vivo, mas bien siento un acuoso temor, pero muchas de mis "llaves" sobre todo el menor (Artu.D.2), la experimentan a diario, cuando la voz susurrante del mar los despierta en la madrugada en un trance hipnótico y los catapulta cual zombies hacia el desarraigo terrenal, volviendo sus sentidos aleatorios, estableciendo puentes ingrávidos entre la pesadez de la carne y el rocío del mar, desdibujando la cotidianeidad del duro asfalto con la transparencia del otro lugar, haciéndoles sentir otra pasión distinta a la de la procreación por el de la ingravidez, por el sentirse distinto y especial con una tabla en el costillar, por el saber o creer, que no solo sobre la tierra se puede cabalgar, sino entre un tubo turquesa y un brillante despertar, entre una línea verde y una infinita planicie en altamar, que nos trae a flote con el viento cómplice el recuento húmedo de nuestra soledad y lo insignificante de la existencialidad. En esta toma a contraluz, en las oscuras arenas de Pradomar, Arturo el teacher e Isabella la pupila, existe el ansia compartida de rediseñar el oleaje del mar.

Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?