Barriomodelo

Las cosas importantes de la vida son invisibles, hay que mirarlas con los ojos del corazon, y alli acomplejado, se esconde como una rosa con sus espinas desgastadas, el misterio del amor y la soledad, porque a pesar de que estemos acompanados seguimos estando solos, con nuestros temores y miedos particulares. Hundidos hasta los cabellos en las arenas movedizas de la incomprension, con leves bocanadas de aire marchito e impulsados por nuestros ultimos estertores, vemos pasar la vida como una obra pregrabada, con un destino decidido de antemano por los errores ancestrales de una humanidad cercana a la bestialidad absoluta. Todo lo que creemos ver y saber es solo la cascara, la caparazon de las cosas, esa ambiguedad de formas que nos remiten al desconocimiento de lo interior , de la verdadera esencia de las cosas, a esas extranas emanaciones del corazon llamadas sentimientos, esas fuerzas ocultas que nos alejan de la maquina, acercandonos al espacio infinito del amor hecho nube en la bizarra tierra de los rios de llanto.

Necesitamos un nuevo Genesis sin controversias antropologicas, sin la tortura ancestral del delirio por la desnudez encubierta ni el dolor marmoreo del pecado original, esa desobediencia primigenia que nos ha conducido a la destruccion absoluta del alma y el cuerpo a la espera de los gusanos efervescentes. Necesitamos una nueva manera del mito primigenio para poder tener esperanza en esta vida carcomida por la envidia , por la malaleche de los humanoides hijos de Cain, para asi poder dibujar un pajaro en la arena que salga volando con sus transparentes alas de cristal. Para poder reirnos con la sonrisa entreverada en un amanecer naranja sin la sombra de una espada angelical expulsandonos del paraiso sin arriendo ni mortage final. Donde las torres de energia no sean los dioses a triturar y las aguas del rio del Hades no contengan mercurio sino flores narcoticas bailando apretadas con la tarulla bordada en los cabellos liquidos de la nunca olvidada Ofelia.