Monday, August 07, 2006

Debo confesarlo: Realmente tenía miedo de volver a enfrentarme a mil días de olvido forzado. De encontrar sorpresas desagradables en este retorno, pero no tenía opción, pues como casi siempre, nuestros deseos se convierten en realidad, aunque no se dé en el tiempo que esperamos, sino cuando el destino decide abrir caprichosamente sus compuertas y dejar salir a los toros represados durante tanto tiempo. Asi que añorando el regreso, sentí que aún no estaba preparado.
El recibimiento sin embargo, fue apoteósico, con un grupo de Cumbia o un "millo", en pleno aeropuerto; la sangre empezó a hervir y desde el primer golpe de tambora supe que había vuelto a la tierra de mis ancestros, que los compinches del pasado seguian allí, firmes y gozones con las ansias de un abrazo anhelado y el espejo de una sonrisa intacta.
Todos se preguntaban en el aeropuerto : Y quien viene? Bush?, para nada..., era este pequeño degenerado que un dia y casi sin avisar, decidió salir del pais, con toda su familia, dejándole su casa, el patrimonio de sus hijos, al vecino...